PRELUDIO

El mundo de los sueños es un mundo de puro sentimiento en el que aprendemos a penetrar en lo desconocido y a liberar cierta sabiduría inconsciente, que actúa como complemento de nuestra conciencia en la vida ordinaria.

No podemos seguir rechazando como basura incomprensible la tercera parte de nuestra vida que dedicamos al sueño. Se hace necesario acabar con la rutina onírica, despertar al soñado, crear sueños conscientes e incluso utilizar la ensoñación como puerta de paso hacia otras dimensiones más sutiles de la conciencia.

Sólo a través del silencio mental en la meditación profunda, del viaje del alma, de la ensoñación lúcida, del éxtasis amoroso o de la contemplación extática, podemos penetrar de una vez en los mundos del nagual que son nuestra verdadera herencia espiritual desde el principio de los tiempos.

Miyo.

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