EL SUEÑO DE ROBERT L. STEVENSON

Stevenson se educó a sí mismo para recordar y utilizar el rico almacén de sus sueños.. En su libro “A través de los llanos”, Stevenson describió la evolución de sus sueños. En él relata cómo en fases tempranas de su vida acudían a él a menudo pesadillas y que a éstas sucedieron escenas de paisajes y viajes. Stevenson nunca dudó que su pasión por la escritura a menudo interactuaba con su subconsciente durante el sueño. Él en un momento comentó que desde una edad temprana, sus sueños eran tan vivos y en movimiento que era más entretenido para él que cualquier literatura. Incluso muy temprano en su vida, había aprendido que podía soñar historias completas y que a veces podía regresar a los mismos sueños diferentes noches para darles un final distinto.

Cada noche reanudaba la fantástica vida de sus sueños en el punto en que la había abandonado y cada mañana volvía a la realidad física.

Stevenson describía los sueños como algo que ocurría en el pequeño teatro del cerebro el cual nos mantiene brillantemente iluminados toda la noche.

Por entonces, Stevenson había empezado a escribir por dinero y sus sueños iban conformándose gradualmente en dos tipos principales. Todavía podía leer en sueños libros completos (totalmente oníricos) y viajar a lugares lejanos, pero la mayoría de sueños que tenía eran sobre temas “vendibles”. Lo que él describió como los Castañitos – simpáticos e invisibles duendecillos que, según contaba humorísticamente Stevenson, solían comunicarse con él en sueños – presentaban ante sus ojos “montones de relatos, representados en su iluminado teatro”.

Así, pues, Stevenson tenía la costumbre de atribuir a sus sueños la creación de relatos vendibles. Consideraba a su estado de vigilia sólo como una especie de agente que escribía y, en general, hacía la mecánica del autor (al par que disfrutaba la recompensa), mientras que los Castañitos realizaban la parte creativa.

Como ejemplo, veamos lo que el propio autor cuenta acerca de una de sus obras más conocidas, “El Dr.Jekyll y Mr.Hyde”:

“Llevaba mucho tiempo tratando de escribir un relato basado en el tema y buscando un vehículo para la intensa sensación del hombre acerca de una doble personalidad, la cual debe presentarse a veces y abrumar la mente de toda criatura que piensa… Entonces, se produjo una fluctuación financiera… durante dos días estuve devanándome los sesos para encontrar un argumento de cualquier clase. La segunda noche soñé la escena de la ventana y después otra escena partida en dos, en la cual Hyde, perseguido por algún crimen, se toma los polvos y se metamorfosea en presencia de sus perseguidores. El resto lo compuse cuando estaba despierto”.

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