LUGARES DE ENSUEÑO. PARQUE GÜELL de GAUDÍ

Hay personas que con su genialidad llegan a plasmar en la materia lugares que parecen sacados del mundo de los sueños y en los que como en este caso pueden describirse casi como si de un sueño se tratase, hablamos de arquitectura y concretamente del Parque Güell de Gaudí.

 

“En Junio de 1906 Julius Meier-Graefe finalizo su recorrido relámpago por Barcelona con una visita a altas horas al Parque Güell. Era la noche de San Juan, que en España se celebra con desenfreno casi pagano:

Por fin llegamos, en algún momento alrededor de las dos de la mañana, a una especie de gruta o más bien una especie de templo, o un gigantesco tiovivo que sin embargo no se movía. El edificio se apoyaba sobre pilares que semejaban monstruosos colmillos de elefante. Desde allí nos condujeron por un sendero al borde de vertiginosos precipicios que estaban bordeados de cráneos o que se yo, hasta una especie de meseta que al examinarla más de cerca resulto un jardín suspendido, además del techo del templo en el habíamos estado previamente. Entonces llegamos a un gigantesco florero en el que poco más allá había otro florero y otro más y otro; no sé cuántos habría […[/embed] en un abrir y cerrar de ojos nos vimos frente a otro edificio de forma ininteligible, a medias entre palacio hindú y caseta de perro, hecho de cerámica o cristal o burbujas de jabón […[/embed] Decidí que no me hallaba en trance sino enfrentado a la arquitectura moderna […[/embed]”

Gaudí. Gijs van Hensbergen.

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