EVOCADORA DE LOS SUEÑOS

“…Después de comer nos reunimos en torno al fuego como cada noche. Mujer Espíritu me explicó su talento. Cada ser humano es único, y a cada uno de nosotros se nos otorgan ciertas características que son excepcional­mente fuertes y que pueden llegar a convertirse en un talento. Su contribución a la sociedad era la de evocado­ra de los sueños. Todos soñamos, me dijo. A nadie le preocupa recordar sus sueños ni aprender de ellos, pero todos soñamos. «Los sueños son la sombra de la rea­lidad», explicó. Todo lo que existe, lo que ocurre aquí, se encuentra también en el mundo de los sueños. Todas las respuestas están allí. Las telarañas especiales se utili­zan en una ceremonia de cánticos y danzas que sirven para solicitar la guía del universo a través de los sueños. Luego Mujer Espíritu ayuda al soñador a comprender el mensaje.

Tal como yo lo entendí, para ellos «soñar» significa «niveles de conciencia». Hay un soñar ancestral cuando se remonta a la creación del mundo; hay un soñar extra­corpóreo como la meditación profunda, un soñar mien­tras se duerme, etcétera.

La tribu utiliza a los evocadores de los sueños para pedirles consejo en cualquier situación. Creen que pue­den hallar la respuesta en un sueño si necesitan ayuda para comprender una relación, una cuestión de salud o el propósito de una experiencia determinada. Los Mu­tantes sólo conocen un modo de soñar mientras duer­men, pero los Auténticos tienen conciencia de los sue­ños estando despiertos. Sin usar drogas para controlar la mente, utilizando tan sólo técnicas de respiración y concentración, son capaces de actuar conscientemente en el mundo de los sueños.

Recibí instrucciones de bailar con la evocadora de los sueños. Girar sobre uno mismo da un gran resul­tado. Plantas con firmeza la pregunta en tu mente y la formulas una y otra vez mientras das vueltas. El giro más efectivo, según la explicación de los aborígenes, es un ejercicio que aumenta los vórtices de energía en siete puntos clave del cuerpo y que consiste en girar siempre hacia la derecha con los brazos extendidos a los lados…

…La gente de la tribu no sueña de noche a menos que lo desee. Consideran que las horas en que se duer­me son importantes para el descanso y recuperación del cuerpo. No es el momento indicado para dividir la energía en diversos proyectos. Ellos creen que la razón por la que los Mutantes sueñan de noche es que en nuestra sociedad no se nos permite soñar de día ni se acepta en modo alguno que alguien sueñe con los ojos abiertos.

Finalmente llegó la hora de dormir. Alisé la arena y utilicé mi propio brazo como almohada. Me tendieron un pequeño recipiente con agua para que me bebiera la mitad en ese momento y el resto al despertar. Eso me ayudaría a recordar el sueño con detalle. Hice la pre­gunta que me resultaba más acuciante: «¿Qué voy a hacer con la información que estoy recibiendo cuando termine este viaje?»

A la mañana siguiente, Mujer Espíritu me pidió a través de Outa que recordara mi sueño. Pensé que le sería imposible interpretar su significado porque no contenía nada que pareciera relacionado con Australia, pero aun así se lo conté. Me preguntó sobre todo qué sentía, qué emociones suscitaban los objetos y cosas que habían ocurrido en mi sueño. Fue asombroso el modo en que lo interpretó, siendo como era el estilo de vida civilizado con el que yo había soñado totalmente ajeno a ella…”

 Extracto del libro, Las Voces del desierto, de Morgan Marlo.
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